miércoles, 25 de febrero de 2015

Desobediencia y protesta racional

En un AMA* reciente realizado por el señor de los leaks de la NSA, Edward Snowden, realizó un comentario acerca del libro Data & Goliath. En este libro uno de los argumentos planteados por el autor, Schneier, es que todos los cambios sociales alcanzados en la historia de la humanidad han sido el resultado de violentar las leyes.

En un sentido es perfectamente comprensible que es imposible obtener resultados distintos realizando las mismas actividades de siempre. Este fin de semana discutía de forma amena con un grupo de amigos acerca de los eventos de los últimos 15 años. Algo que cada vez es más difícil de hacer sin terminar airados y exaltados. No fue esta la excepción. Lo que arrancó la discusión fue el planteamiento de que "todo lo que ha hizo Chavez políticamente en sus 15 años de reinado fue legal".

Es imaginable que, para las mentes sesgadas en el oposicionismo por sí mismo, esto sea un argumento inaceptable. Ahora, lo interesante es que yo esto lo plantee tentativamente y de repente me vi en la obligación de defenderlo ante la mesa como abogado del diablo. Pero me permitió darme cuenta del vacío del pensamiento común respecto a las leyes. El derecho es uno de los elementos más elaborados socialmente de las interacciones humanas. Y uno de los puntos que frecuentemente se pierden en el argot jurídico es que no es lo mismo legalidad y moralidad.

Algunas personas dirán que obviamente no todo lo que es legal es moral, pero hay otras sutilezas. No todo lo que es inconstitucional es ilegal, por ejemplo. Al menos en Venezuela la última autoridad jurídica es el TSJ y es responsabilidad de estos realizar la interpretación definitiva de la constitución y las leyes. En este sentido una vez que hay sentencias firmemente firmes, no importa que tanto uno quiera argumentar que algo es inconstitucional o no, para el marco jurídico se ha vuelto legal y constitucional.

Esto sucede a pesar del conocimiento, público y notorio, de las arbitrariedades e irregularidades que rodean la designación de los magistrados del TSJ y la casi universal opinión y conocimiento de que estos no son ni imparciales ni mucho menos apolíticos.

Esto nos lleva al asunto de la resolución 8610. Muchas interpretaciones han salido y aún hay movimientos en una dirección u otra con respecto a que exactamente se quiso decir con esta resolución. Pero el hecho es que la misma se publicó y esta actualmente en vigencia. Y si saliera por allí un TSJ a interpretarle y decir que es perfectamente legal utilizar armas de fuego para "proteger" protestas pacíficas nos encontraríamos ante un escenario ilustrativo de algo que en Venezuela ha pasado cientos de veces en las últimas dos décadas.

Cuando se realizó el referendo constitucional, que buscaba reemplazar varios elementos que permitirían un poder más amplio del gobierno y extenderían la capacidad del ejecutivo para mantenerse en el poder, la reacción del oficialismo fue imponerse mediante la legalidad. Derrotados en lo electoral se dedicaron a utilizar la asamblea nacional y varios mecanismos jurídicos para hacer los cambios legales necesarios. Esta es una de las formas más comunes de poder que existe. A diferencia de lo que se piensa, el poder para imponer cambios sociales no deviene directamente del pueblo.

Hay esencialmente tres formas de ejercer el poder en un país:

  1. Coerción: mediante la violencia o amenaza de violencia o castigo se obliga a que se cumpla con la voluntad del que acciona.
  2. Persuasión: mediante la argumentación y la conversación se intenta convencer al otro de asumir una posición o acción en concordancia con lo que se desea.
  3. Legalidad: las autoridades elegidas y las instituciones tienen por supuesto la capacidad de dictaminar leyes y políticas públicas, principalmente acerca de quién y cómo puede ejercer la primera forma de poder.
Decía Max Weber que es precisamente la definición de un estado el ejercicio del monopolio de la violencia. Esto quiere decir que el ciudadano común, miembro del pueblo, se queda con una sola posibilidad de ejercer poder, la persuasión.

Por eso es obvio entender que cuando una fuerza hegemónica intenta desesperadamente mantenerse en la posición de control de la sociedad, recurrirá a todos sus recursos y que forma más eficiente que ja legitimación del uso de la fuerza letal para someter a los ciudadanos?

Esto nos regresa a Schneier y a Snowden. Cuando lo moral abandona la legalidad y todo poder legítimamente constituido apunta al abuso y destrucción de lo socialmente considerado correcto y bueno, queda entonces solo ejercer cualquier forma de poder al alcance para forzar el retorno de lo legal a lo moral.

Pero ¿cómo hacer cuando todas las regulaciones están en contra y no hay posibilidad de derrotar a los que se oponen con violencia pues estos son literalmente el gobierno?

Desde hace varios años ya Gene Sharp ha escrito extensivamente acerca de este tema. La propuesta ha sido utilizada ampliamente, y es una sistematización de algunas manifestaciones previas. Gandhi, Martin Luther King y el movimiento de derechos civiles, Europa del este, la primavera Árabe. Todos son ejemplos de usos más o menos efectivos de estas técnicas en las cuales se logra mediante manifestaciones pacíficas y no violentas cambiar las estructuras institucionales de los países.

Se trata de aquello que Chavez racionalizara como el "golpe suave" en su profundo miedo de que otros pudieran ser capaces de replicar algo que él mismo no fue capaz de conseguir mediante la violencia. En muchas oportunidades me he muerto de la risa viendo a algunos "revolucionarios" intentar explicar como se supone que es malo hacer una revolución sin violencia y como es que Gene Sharp escribión en 1993 acerca de la Venezuela del 2014. Es interesante contrastar los escritos del Instituto Albert Einstein y los escritos ideológicos de Aporrea o de Telesur. Es cómico su indicación de que esta bien protestar y manifestar pacíficamente pero siempre y cuando esto no conlleve ningún cambio. Se me viene a la cabeza cuando durante la entrega de casas y apartamentos del 2013 la gente se la pasaba "protestando" frente a Miraflores y muchos de estos aún se encuentran en refugios o víctimas de las mafias de invasores sin que la fiscalía intervenga en ningún sentido en ese foco de corrupción.

Pero en fin, más allá de esto existe el recordatorio constante: nada de lo que se haga tendrá resultado efectivo si no es acompañado de un objetivo claro y unas metas conmensurables y alcanzables. Tumbar presidentes es tan etéreo como querer solucionar el hambre o lograr la paz mundial. Es hora de empezar a proveer a un país que se encuentra en pleno desamparo aprendido de un propósito claro con el convencimiento de que hay formas de lucha y participación efectivas que además son realizables. Cuando se acompaña de mensajes y objetivos concretos, estas permiten avanzar hacia la construcción de un mejor país y una mejor sociedad. Pero recordando que es mediante la persuasión del otro a participar y acompañar este avance; que la violencia solo es una forma de las dictaduras opresivas de justificar la represión. Y que además es necesario compartir un horizonte, una dirección, quizás no todos compartamos el mismo destino final pero hay que estar dispuesto a compartir el camino.

*Ask me anything, formato de post en un foro donde una personalidad contesta las preguntas que le hacen los foristas.

martes, 10 de febrero de 2015

Segunda vuelta y partidos políticos

Nos unimos a un grupo de personas que están empezando una joven democracia y nos han llamado para aconsejarlos acerca de su próxima votación. Alterzuela ha recientemente conducido su primera votación y como resultado han elegido a su primer presidente. El problema es que este presidente se eligió con solo 35% de los votos. Ahora la gente de esta nación quiere encontrar una solución a esto para poder mantener su principio de ejercer la voluntad de la mayoría.

Siendo consultores responsables proponemos dos opciones para su sistema de votación.

Segunda vuelta

Una de las formas clásicas de responder al inconveniente de la votación con más de un candidato es la segunda vuelta. Sencillamente si ningún candidato alcanza al menos 50% de los votos se repite la elección, esta vez únicamente con los dos candidatos que obtuvieron la mayor cantidad de votos. Para probar nuestro punto demostramos a la asamblea general de Alterzuela una simulación de esto basándonos en los resultados de su primera elección.


  1. Zutano con 35 votos
  2. Pedro con 25 votos
  3. Mengano con 12 votos
  4. Juan con 11 votos
  5. Fulano con 10 votos
  6. Luis con 7 votos


A partir de acá se observa que debemos correr la segunda vuelta con Zutano y Pedro como candidatos. Esta vez, indiferentemente de lo que suceda con los votantes, al menos uno de los candidatos obtendrá más de 50% de los votos. Pero varios escenarios pueden darse.

Si todos los votantes que restan encuentran que Zutano era su mejor elección, los resultados leerán:

  • Zutano con 75 votos
  • Pedro con 25 votos


Una clara ventaja y un resultado mucho más legítimo. Por el contrario, si resulta que todos los demás votantes prefieren a Pedro entonces:

  • Zutano con 35 votos
  • Pedro con 65 votos


Este tampoco es un resultado desdeñable pero es obvio que algo sucedió. Anteriormente uno de los candidatos había ganado pero al cambiar el sistema de votación, con los mismos votantes, es posible obtener un resultado final diferente. Esto es obviamente sospechoso porque pone de manifiesto el peligro de confiar sobre una acción tan simple tanta responsabilidad. Ya que los votantes de la segunda vuelta no están eligiendo su primera opción, sino una segunda opción. Un “peor es nada” o el “menos malo”. No refleja las verdaderas preferencias pero al menos representa la reacción de los votantes ante la situación particular.

Sistema partidista

La segunda opción es que las personas se reúnan alrededor de principios ideológicos, metas comunes y candidatos para formar partidos políticos. De esta manera en lugar de tener siempre tantos candidatos, las personas podrán negociar alianzas públicas para apoyar un candidato de forma conjunta. Así varios grupos pueden manejar sus negociaciones hasta llegar a dos candidatos mediante debate y postular únicamente a estos dos.

Si bien existen virtudes obvias a poder organizarse libremente en grupos de intereses especiales, se hace notar que esto hace al sistema propenso a secretismos, chantajes, sobornos y corrupción.

Propuestos ambos sistemas somos, como consultores, inmediatamente despedidos. Como se puede apreciar estos sistemas no son excluyentes como se han propuesto y a la final la asamblea se encuentra dividida en qué hacer. Cada miembro decide hacer lo que más les parece conveniente para la próxima elección. Sin haber tomado una decisión final, el sistema de partidos se implanta en Alterzuela y el presidente actual, Zutano, decide implantar la segunda vuelta como parte del sistema de votación a pesar de gran oposición.

Como resultado, Zutano no se puede presentar para la próxima elección. Pedro, el segundo de la elección pasada se postula nuevamente y solo dos candidatos más repiten su postulación quedando:

  • Pedro
  • Mengano
  • Fulano


Las elecciones se dan y los resultados son:

  1. Pedro 55 votos
  2. Mengano 25 votos
  3. Fulano 20 votos


Dado que Pedro obtiene de una vez más del 50% de los votos, queda seleccionado como segundo presidente de Alterzuela. Pero dándose cuenta de su condición en esta votación, Mengano, Fulano y zutano deciden aliarse y formar el primer partido de Alterzuela llamándose a sí mismos “Estos”.

Así se sucede una tercera elección donde se postulan otra vez tres candidatos con los siguientes resultados:

  1. Estos-Mengano 52 votos
  2. Juan 25 votos
  3. Luis 23 votos


Una vez más se obtiene más del 50% de los votos para un solo candidato y Juan, Luis y Pedro deciden aliarse en un partido que llaman “Aquellos” para la cuarta elección que queda de la siguiente forma:

  • Aquellos-Juan 59 votos
  • Estos-Fulano 41 votos


Bipartidismo

Pronto se hace evidente que solo dos candidatos y un sistema bipartidista parece garantizar que siempre se cumpla el principio de mayoría. Pero luego de 4 años y 4 elecciones algunas personas comienzan a sentirse incómodas de que solo los mismo candidatos se estén turnando la presidencia. Desafortunadamente estos tienen un control férreo sobre el partido y sobre quien se postula. La corrupción se ha apoderado de su modus operandi.

En medio de la insatisfacción, una tercera opción se postula. El partido “Independiente” se forma alrededor de la figura de Perengano. Un crítico de los sistemas de votación presentados hasta ahora, Perengano se postula de manera independiente a pesar de compartir muy de cerca las ideas del partido Estos.  Sin embargo, él creer tener lo que hace falta para enderezar algunas cosas que han salido mal, desde su perspectiva, con la corta historia de Alterzuela.

Para la quinta elección se postulan los candidatos y el resultado es:

  1. Aquellos-Luis 51 votos
  2. Estos-Mengano 25 votos
  3. Independiente-Perengano 24 votos


Como se observa, la similitud entre las propuestas de Perengano y Mengano han afectado al electorado y efectivamente dividido la votación sin afectar al partido Aquellos. Desilusionados, los miembros del partido Independiente le abandonan en masa. Para la sexta elección sucede lo siguiente:

  1. Estos-Mengano 60 votos
  2. Aquellos-Pedro 30 votos
  3. Independiente-Perengano 10 votos


Como respuesta emocional a los resultados anteriores (donde resultó ganador por segunda vez un candidato de Aquellos), los miembros de Estos se agrupan en masa alrededor de un solo candidato, abandonando por completo al partido Independiente. Alterzuela se ha colocado obviamente en la vía de un país bipartidista, con un sistema de manejo interno corrupto en el cual es dañino ser independiente.

Esto es resultado natural de un sistema de votación por mayoría simple. Solo dos opciones pueden existir para cumplir los principios del sistema de votación. Pero Alterzuela aún no se rinde en su búsqueda de una democracia funcional y efectiva y en el próximo post se enfrenta a la dificultad de pluralizar a los partidos y diversificar la representación de la población en el sistema de gobierno.

domingo, 8 de febrero de 2015

Voto por mayoría simple: ¿Cómo funciona?

El sistema de voto por mayoría simple es el caballo de batalla de la democracia. Por mucho tiempo ha sido considerado el sistema modelo de lo que se supone que una sociedad democrática y civilizada debe hacer pero de un tiempo para acá se sabe que esto no es completamente cierto. Existen otros sistemas de votación alternativos como el voto simple transferible, la votación múltiple por rankeo, la primera vuelta automática y muchísimos otros sistemas más adecuados para ciertas circunstancias. Ahora bien, ¿Por qué querría uno utilizar un sistema alternativo? Pues el voto por mayoría simple esta plagado de muchos vicios. A continuación hago un desglose superficial de cuales son estos y como afectan el funcionamiento de una sociedad que desea ser democrática.

Primero algunas definiciones. Hay 3 tipos de mayoría. La mayoría absoluta es más de la mitad de un grupo de votantes, llamada a veces mitad mas uno. La mayoría calificada es cuando se requiere una cantidad predeterminada de votos, por ejemplo el 75% o el 90%, para elegir una opción en una votación. Y la mayoría simple es cuando una opción solo requiere tener la mayor cantidad de votos de entre todas las opciones para ser elegida.

La forma en la que funciona el voto por mayoría simple es bastante sencillo pero cuando a este se le intenta adaptar a otras aplicaciones se vuelve rápidamente complejo e innecesariamente difícil de aplicar. Para ilustrar esto imaginémonos una estado prototípico. Supongamos que la nación de Alterzuela a sido recientemente formada. Su constitución aún no esta redactada pero los miembros de su sociedad se han convencido que las votaciones y la democracia es el método mediante el cual sus decisiones se deberían tomar.

Luego de mucho debatir abiertamente han decidido que deben elegir, al menos, un líder que tome las riendas de decidir las cosas cotidianas y tediosas para las cuales es impráctico mantenerse permanentemente en asamblea general. Así que después de mucho discutir se acuerda realizar una elección por mayoría simple, con un voto igualitario por cada ciudadano y cada año repetir el proceso para evitar que una sola persona permanezca en el poder por demasiado tiempo. El proceso se organiza de forma confidencial de manera que nadie pueda saber por quien alguien votó y por lo tanto evitar chantajes, amenazas o retaliaciones por no apoyar a un candidato.

Y entonces Alterzuela se prepara para sus primeras elecciones basados en 4 principios fundamentales:

  1. Voluntad de la mayoría
  2. Una persona un voto
  3. Alternabilidad
  4. Confidencialidad del voto


Esto en sí mismo debe garantizar algunos derechos básicos para este proceso y llevar a una elección justa del presidente de la joven democracia. Así que se postulan los candidatos, estos hacen campaña para convencer a los votantes y el día de la votación se presentan todos los ciudadanos a elegir quién será su primer presidente.

Se presentan 6 candidatos:

  • Zutano
  • Mengano
  • Fulano
  • Pedro
  • Juan
  • Luis


Durante el proceso cada votante colocó el nombre del candidato de su elección en una boleta y la depositó en una urna electoral. Luego de contar públicamente los votos los resultados son:

  1. Zutano con 35 votos
  2. Pedro con 25 votos
  3. Mengano con 12 votos
  4. Juan con 11 votos
  5. Fulano con 10 votos
  6. Luis con 7 votos

La mayoría de los votos los consigue Zutano y queda elegido como primer presidente de Alterzuela. Bastante simple en apariencia pero veamos de cerca las votaciones.

El primer problema se hace evidente inmediatamente. En Alterzuela hay 100 votantes, con una abstención literalmente de cero. Zutano ganó con el 35% de los votos. Esta es obviamente una situación poco ideal ya que el principio general en democracia es que se cumpla la voluntad de la mayoría. Pero 35% no es la mayoría absoluta de la población. Es en realidad una mayoría simple, porque ese es el sistema de votación que se utilizó. Cuando hay más de dos opciones la mayoría simple es incapaz de garantizar la voluntad de la mayoría de toda la población. Si esto es deseable o no es un asunto de filosofía política y los Griegos tenían serias discusiones al respecto, pero es obvio que esta es una limitación técnica. Para ser efectivo, el sistema de votación por mayoría simple debe tener solo dos opciones.

Las opciones en este momento son pocas y ya las reglas estaban planteadas, así que Alterzuela continúa el resto del año con su primer presidente y en sucesivas asambleas discuten las opciones para solventar esta limitación del sistema. Dos soluciones surgen que discutiremos en un próximo post.

Segunda vuelta y el sistema partidista.

viernes, 6 de febrero de 2015

El voto por mayoría simple es fundamentalmente anti-democrático

Pocas veces uno se cuestiona como se hacen ciertas cosas. Hay en la vida de todos una especie principios básicos que definen absolutamente todo lo que hacemos pero cuyo origen desconocemos y poco pensamos al respecto. Una de esas cosas es la democracia, y específicamente ¿cómo se supone que se resuelven los conflictos en una democracia?

Desde que yo era chiquito en la escuela, recuerdo como se nos martillaba en la cabeza que la democracia, esta cosa hermosa y extraordinaria, era la panacea de toda organización social. Que la democracia se suponía perfecta y que su manifestación más pura era el voto. “Una democracia no se puede equivocar” derivaba entonces la mente infantil que ciegamente acepta todo lo que le dicen los adultos. “Toda decisión tomada por la mayoría de votos debe entonces ser también perfecta” pensaba uno, inocentemente.

Desafortunadamente, la realidad tiene formas rudas de demostrarse a quienes la asumen con demasiada credulidad. La humanidad no es exactamente infalible y por lo tanto ningún sistema creado por nosotros puede serlo. Se supone que es allí donde radica la necesidad del sistema en primer lugar. Para poder resolver los conflictos que surgen entre los distintos grupos es necesario discutir y debatir las alternativas para poder decidir, no solo la mejor, sino aquella con la cual todos los miembros de la sociedad están dispuestos a convivir. Y por allí a algún Griego de estos se le ocurrió lanzar piezas de cerámica rota de colores en unas vasijas para determinar quienes mandan y que cosas se hacen. El método es conocido por casi todos los infantes de Venezuela por encima de los 4 años a quienes se les pide que “alcen la manito quienes quieran naranja en lugar de chocolate”. Hay opciones y cada quien vota por la suya, la opción que tenga más votos es la ganadora.


Ya va, como?

Ustedes verán, este sistema nació cuando en Grecia habían solo dos tipos de cerámica. Una clarita, rojiza y otra oscura casi negra. Este sistema era perfecto en este ámbito porque en general los griegos solo ponían a prueba dos posibles opciones, solo había dos posibles votos y cada quien tenía derecho a lanzar una sola piecita de cerámica en la vasija. Fácil, pero rápidamente se encontraron con el límite obvio ¿Qué pasa si tengo que elegir más de uno o entre más de dos opciones? Esto se solventó de la misma forma que se solventó en las democracias modernas. Se extrapoló lo que ahora se denomina voto por mayoría simple. Se ignora la cantidad de opciones o de elecciones a tomar. Se vota, un voto por persona, y se extraen los ganadores en base a cuantos votos tienen, de mayor a menor.


Afortunadamente después se les ocurrió sofisticar un poco su sistema.

¿Qué hay de malo? se podría preguntar uno inocentemente. Pues, si no es obvio ya, que la expresión de cada persona queda reducida a un simple punto. La opinión y la participación del ciudadano se ve anulada a un solo acto inocuo que se diluye en la masa. La opinión humana, nuestra capacidad para el análisis y crítica profundo es caricaturizado en una marca de bolígrafo en un papel o apretando el botón de una maquinita. Una simple acción como esta no puede resumir efectivamente la totalidad de la voluntad política de un ciudadano. ¿A cuantos no nos ha pasado que queriendo votar por un candidato con el cual estamos de acuerdo terminamos votando por otro (el menos malo), con el que compartimos menos coincidencias, porque el nuestro “no lleva chance”? Esto se llama voto estratégico, y como se ve es una forma de coerción. Se anula la opinión del individuo por la opresión de la mayoría. Uno mismo se decide esclavo de lo que los demás van a hacer. Luego se observa que para elegir más de un cargo, como por ejemplo a un congreso, se tiene que recurrir a mecanismos complejos y difíciles de explicar. Votos lista, circuitos electorales, gerrymandering y bipartidismo se hacen presentes casi inmediatamente en toda democracia parlamentaria. La partidización ha sido defendida y criticada por igual hasta el cansancio, siempre ignorando que este se trata de un síntoma natural del *voto por mayoría simple* no de una necesidad de la democracia.

La libertad de reunirse y organizarse como uno lo desee y con quién uno desee es básica para una sociedad que intente convivir libre y pacíficamente. Pero en absolutamente todas las sociedades democráticas esto parece degenerar en bipartidismo. De repente la dicotomía se vuelve regla en un sistema político que supuestamente defiende la pluralidad. El ciudadano de a pie se ve obligado a la maniquea decisión de usar una camisa de un color o de otro, como si esa camisa pudiera expresar todas las sutilezas de su opinión. Esto se debe a que la necesidad del voto estratégico y la manipulación de los procesos de listas y elecciones partidistas derivan siempre en solo dos alternativas viables que subsecuentemente parecen turnarse en el poder.

Entonces uno se pone a pensar que se supone que debe ser la democracia y al compararlo con la realidad se da cuenta que parece que lo que tenemos no es una democracia. Cuando se defiende pluralidad, participación ciudadana y alternabilidad política no se evoca el bipartidismo, el anonimato de los candidatos, o la apatía y manipulación de los votantes que uno se consigue en la realidad.

Cabe entonces plantear que al parecer, siendo el voto simple la fuente lógica de estos vicios, que pensar en formas alternativas de votación es necesario para rescatar la democracia.

El proceso exacto mediante el cual voto por mayoría simple causa bipartidismo y manipulación lo describiré en un próximo post junto con algunas alternativas viables para las elecciones en el caso específico de Venezuela.