En un sentido es perfectamente comprensible que es imposible obtener resultados distintos realizando las mismas actividades de siempre. Este fin de semana discutía de forma amena con un grupo de amigos acerca de los eventos de los últimos 15 años. Algo que cada vez es más difícil de hacer sin terminar airados y exaltados. No fue esta la excepción. Lo que arrancó la discusión fue el planteamiento de que "todo lo que ha hizo Chavez políticamente en sus 15 años de reinado fue legal".
Es imaginable que, para las mentes sesgadas en el oposicionismo por sí mismo, esto sea un argumento inaceptable. Ahora, lo interesante es que yo esto lo plantee tentativamente y de repente me vi en la obligación de defenderlo ante la mesa como abogado del diablo. Pero me permitió darme cuenta del vacío del pensamiento común respecto a las leyes. El derecho es uno de los elementos más elaborados socialmente de las interacciones humanas. Y uno de los puntos que frecuentemente se pierden en el argot jurídico es que no es lo mismo legalidad y moralidad.
Algunas personas dirán que obviamente no todo lo que es legal es moral, pero hay otras sutilezas. No todo lo que es inconstitucional es ilegal, por ejemplo. Al menos en Venezuela la última autoridad jurídica es el TSJ y es responsabilidad de estos realizar la interpretación definitiva de la constitución y las leyes. En este sentido una vez que hay sentencias firmemente firmes, no importa que tanto uno quiera argumentar que algo es inconstitucional o no, para el marco jurídico se ha vuelto legal y constitucional.
Esto sucede a pesar del conocimiento, público y notorio, de las arbitrariedades e irregularidades que rodean la designación de los magistrados del TSJ y la casi universal opinión y conocimiento de que estos no son ni imparciales ni mucho menos apolíticos.
Esto nos lleva al asunto de la resolución 8610. Muchas interpretaciones han salido y aún hay movimientos en una dirección u otra con respecto a que exactamente se quiso decir con esta resolución. Pero el hecho es que la misma se publicó y esta actualmente en vigencia. Y si saliera por allí un TSJ a interpretarle y decir que es perfectamente legal utilizar armas de fuego para "proteger" protestas pacíficas nos encontraríamos ante un escenario ilustrativo de algo que en Venezuela ha pasado cientos de veces en las últimas dos décadas.
Cuando se realizó el referendo constitucional, que buscaba reemplazar varios elementos que permitirían un poder más amplio del gobierno y extenderían la capacidad del ejecutivo para mantenerse en el poder, la reacción del oficialismo fue imponerse mediante la legalidad. Derrotados en lo electoral se dedicaron a utilizar la asamblea nacional y varios mecanismos jurídicos para hacer los cambios legales necesarios. Esta es una de las formas más comunes de poder que existe. A diferencia de lo que se piensa, el poder para imponer cambios sociales no deviene directamente del pueblo.
Hay esencialmente tres formas de ejercer el poder en un país:
- Coerción: mediante la violencia o amenaza de violencia o castigo se obliga a que se cumpla con la voluntad del que acciona.
- Persuasión: mediante la argumentación y la conversación se intenta convencer al otro de asumir una posición o acción en concordancia con lo que se desea.
- Legalidad: las autoridades elegidas y las instituciones tienen por supuesto la capacidad de dictaminar leyes y políticas públicas, principalmente acerca de quién y cómo puede ejercer la primera forma de poder.
Decía Max Weber que es precisamente la definición de un estado el ejercicio del monopolio de la violencia. Esto quiere decir que el ciudadano común, miembro del pueblo, se queda con una sola posibilidad de ejercer poder, la persuasión.
Por eso es obvio entender que cuando una fuerza hegemónica intenta desesperadamente mantenerse en la posición de control de la sociedad, recurrirá a todos sus recursos y que forma más eficiente que ja legitimación del uso de la fuerza letal para someter a los ciudadanos?
Esto nos regresa a Schneier y a Snowden. Cuando lo moral abandona la legalidad y todo poder legítimamente constituido apunta al abuso y destrucción de lo socialmente considerado correcto y bueno, queda entonces solo ejercer cualquier forma de poder al alcance para forzar el retorno de lo legal a lo moral.
Pero ¿cómo hacer cuando todas las regulaciones están en contra y no hay posibilidad de derrotar a los que se oponen con violencia pues estos son literalmente el gobierno?
Desde hace varios años ya Gene Sharp ha escrito extensivamente acerca de este tema. La propuesta ha sido utilizada ampliamente, y es una sistematización de algunas manifestaciones previas. Gandhi, Martin Luther King y el movimiento de derechos civiles, Europa del este, la primavera Árabe. Todos son ejemplos de usos más o menos efectivos de estas técnicas en las cuales se logra mediante manifestaciones pacíficas y no violentas cambiar las estructuras institucionales de los países.
Se trata de aquello que Chavez racionalizara como el "golpe suave" en su profundo miedo de que otros pudieran ser capaces de replicar algo que él mismo no fue capaz de conseguir mediante la violencia. En muchas oportunidades me he muerto de la risa viendo a algunos "revolucionarios" intentar explicar como se supone que es malo hacer una revolución sin violencia y como es que Gene Sharp escribión en 1993 acerca de la Venezuela del 2014. Es interesante contrastar los escritos del Instituto Albert Einstein y los escritos ideológicos de Aporrea o de Telesur. Es cómico su indicación de que esta bien protestar y manifestar pacíficamente pero siempre y cuando esto no conlleve ningún cambio. Se me viene a la cabeza cuando durante la entrega de casas y apartamentos del 2013 la gente se la pasaba "protestando" frente a Miraflores y muchos de estos aún se encuentran en refugios o víctimas de las mafias de invasores sin que la fiscalía intervenga en ningún sentido en ese foco de corrupción.
Pero en fin, más allá de esto existe el recordatorio constante: nada de lo que se haga tendrá resultado efectivo si no es acompañado de un objetivo claro y unas metas conmensurables y alcanzables. Tumbar presidentes es tan etéreo como querer solucionar el hambre o lograr la paz mundial. Es hora de empezar a proveer a un país que se encuentra en pleno desamparo aprendido de un propósito claro con el convencimiento de que hay formas de lucha y participación efectivas que además son realizables. Cuando se acompaña de mensajes y objetivos concretos, estas permiten avanzar hacia la construcción de un mejor país y una mejor sociedad. Pero recordando que es mediante la persuasión del otro a participar y acompañar este avance; que la violencia solo es una forma de las dictaduras opresivas de justificar la represión. Y que además es necesario compartir un horizonte, una dirección, quizás no todos compartamos el mismo destino final pero hay que estar dispuesto a compartir el camino.
*Ask me anything, formato de post en un foro donde una personalidad contesta las preguntas que le hacen los foristas.